El temor a que la recesión ya presente en países de ambos lados del Atlántico se convierta en deflación ha empujado a las autoridades monetarias a bajar drásticamente los tipos de interés, especialmente a lo largo de diciembre.
Como consecuencia, tras el recorte histórico del 0,75% decidido el pasado 4 de diciembre por las autoridades del BCE, el tipo de interés oficial del área euro ha quedado en el 2,5%.
El discurso que acompañó a esta medida hablaba de caída de la inflación y de reducción del crecimiento.
Otros países optaron por rebajas similares esa jornada, Gran Bretaña, entre ellos, que redujo el precio del dinero hasta el 2%, el mínimo en medio siglo. Pocos días después, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, anunció una rebaja sin precedentes y dejó el tipo de referencia entre el 0% y el 0,25%.
Aunque no todos los impactos son positivos, la política de dinero barato -al reducir las cantidades que hay que destinar a las hipotecas- aumenta la renta que los ciudadanos tienen disponible para el consumo o para el ahorro .
Para las empresas supone un ahorro de los costes financieros. Pese a que se sigue prefiriendo la liquidez y los activos muy seguros, estas medidas promueven el consumo y la inversión.
El euríbor a doces meses -tipo de interés al que se referencian las hipotecas de interés variable- está siendo el ratio más afectado por la estrategia de abaratar el dinero. El viernes cerró 3,025%, el porcentaje más reducido desde marzo de 2006, muy por debajo del 5,526% alcanzado el pasado 2 de octubre. Con este descenso, el euríbor se queda a poco más de medio punto de los tipos oficiales.
Pero, lo más importante, ¿cómo se está reflejando esta trayectoria en el coste de las hipotecas? El impacto es muy variado ya que depende del momento de revisión, del importe y de las condiciones pactadas.
Aunque las personas que hayan renegociado su hipoteca en los dos últimos meses se han quedado de momento fuera del recorte, los datos son positivos: la media del euríbor de diciembre de 2008, que ha quedado en 3,452%, es muy inferior a la diciembre de 2007 que fue de 4,793%. Esto supondrá un ahorro sustancial para los préstamos que se revisen con ese mes como referencia.
El efecto empezará a ser significativo a largo de los primeros seis meses de 2009 para los préstamos de revisión semestral, mientras que los de revisión anual se verán más beneficiados en la segunda mitad del año.
Un ejemplo: el suscritor de una hipoteca de 150.000 euros, pactada al euríbor más 80 puntos básicos, que se revise con el de diciembre de 2008 se ahorrará 121 euros mensuales.
Para un préstamo hipotecario de una cantidad similar, el ahorro medio anual estaría en los 2.000 euros anuales si el euríbor llega al 2%. No es una hipótesis inverosímil, porque además se prevé que el BCE reduzca los tipos de interés hasta el 1,5% en el primer semestre.
Y en el caso de préstamos de 300.000 euros con un plazo de amortización de 30 años, la reducción mensual estará próxima a 240 euros al bajar de 1.664,6 euros hasta 1.423,6 euros.
El recorte de los tipos de interés dará a las empresas más liquidez para la inversión, ya que se recortarán sus costes financieros.
Pero no todo van a ser buenas noticias para los ahorradores. Aunque los bancos todavía necesitan liquidez y lanzan ofertas con elevada remuneración, la tendencia de las entidades bancarias se encamina a reducir la tasa a la que pagan los depósitos.
La preferencia de los inversores en los últimos meses se ha centrado en depósitos, por su elevada remuneración y en otros activos que sirviesen de protección contra la debacle financiera, especialmente tras la quiebra de Lehman Brothers.
Los fondos monetarios y los fondepósitos también han aprovechado el fuerte alza de los tipos interbancarios. Pero esta tendencia de ahorro puede empezar a quebrarse en la medida que los inversores vean reducidas las remuneraciones de estos productos y confíen algo más en el entorno.
sábado, 3 de enero de 2009
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