Hamilton puede ser el primer deportista que cotiza en bolsa. Sólo por el hecho de entrar en bolsa se llevaría 72 millones de euros.
No es novedoso que el deporte llegue al parqué de los negocios, pero siempre a través de clubes nunca a nivel personal. Sin embargo, Hamilton está planteando algo que ni el gran Beckham osó pensar.
Hamilton está asesorado por varios gurús publicitarios británicos que le han recomendado que entre en bolsa, que su imagen puede llegar a convertirse en la punta de la pirámide del deporte y que puede legar a ser en menos de dos años el deportista con mayores ganancias de la historia.
El proceso sería el siguiente: Hamilton S.A. se crea como una empresa que se encargará de gestionar la imagen del piloto. Será la encargada de mover su nombre por el mercado publicitario en busca de dar porte a los productos que más pujen. En la actualidad son cientos las empresas que desean captar la atención del consumidor a través de la dulce mirada de Lewis, pero nadie le ha conseguido. Sólo por el hecho de salir a bolsa, la empresa de imagen le paga 72 millones de euros de adelanto por sus futuros contratos.
Su valor en bolsa subirá o bajará dependiendo de una serie de vectores. Su futuro económico será una especie de silogismo filosófico. Si gana carreras será atractivo para las marcas, cuanto más gane más caro saldrá contratarle como imagen, si gana, las marcas que le contraten ganarán más mercado, si ganan más mercado él seguirá siendo aún más atractivo y más caro y su valor en bolsa no pararía de crecer.
lunes, 12 de noviembre de 2007
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