La exposición al consumo de Europa del Este, al desarrollo de países emergentes como China, Rusia o Brasil, y a las energías alternativas de muchas empresas europeas aumentan su atractivo para comprar acciones.
La internacionalización por la que apuestan muchas compañías cotizadas europeas en los últimos años hace posible que en momentos de incertidumbre su exposición a uno u otro mercado sea la pieza distintiva que le sirva de gasolina en el circuito de la renta variable.
Muchas empresas de Europa han desarrollado importantes ventajas competitivas debido a su mayor exposición al consumo de Europa del Este; al desarrollo de países emergentes; la innovación en el uso de la energía o la mejora de la productividad.
Estos factores sirven de catalizador a largo plazo.Entre los 40 valores seleccionados Gamesa, que se revaloriza el 6,77% en lo que va de año, es la única española que se cuela en la lista.
Su ventaja competitiva: ser el segundo mayor productor de turbinas de energía eólica.
Se apuesta por valores que operan en la producción de energías alternativas, como el fabricante de paneles solares Qcells; pero también por los que desarrollan sistemas de control de emisiones, como Alstom, y por los que fabrican coches con dispositivos para reducir las emisiones de CO2, como Fiat y Peugeot.
La exposición al consumo de Europa del Este es la gasolina que tira de la embotelladora griega de Coca-Cola o la cervecera Heineken, entre otros.
La empresa de materiales de construcción Holcim, Philips, la constructora Lafargue o la minera BHP Billiton, que tienen entre el 55% y el 30% de sus ventas en mercados emergentes.
Se cuelan grupos financieros, como HSBC, por su exposición a Asia.La mejora de productividad en empresas de servicios, como las aerolíneas, hace que valores como AirFrance-KLM, British Airways o BT estén entre los que presentan ventajas competitivas.
sábado, 3 de noviembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario