El director de la Fed tomó anoche la palabra para recordar a los mercados lo que ya saben, que los problemas del sector financiero están en pleno auge. Por segunda vez en tres días el banco central de EEUU da motivos a los inversores para pensar en una nueva bajada de tipos.
Ben Bernanke habló el pasado miércoles y lo hizo con un lenguaje anti-inflación mucho más moderado que en ocasiones pasadas. El deterioro constante del mercado de crédito le llevó a asegurar que la Fed actuaría de forma flexible y pragmática en lo que a política monetaria se refiere.
Aunque también recordó que las presiones inflacionistas siguen presentes y que las actuales turbulencias del sector financiero le ha cogido por sorpresa. Los mercados interpretaron las palabras del vicepresidente de la Fed como la antesala a un recorte en las tasas de interés.
sábado, 1 de diciembre de 2007
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