Existe una relación inversa entre cotizaciones y tipos de interés:Si los tipos de interés suben las cotizaciones tienden a bajar.Si los tipos de interés bajan, las cotizaciones tienden a subir.¿A qué responde esta relación?Hay varias explicaciones, pero la principal es el juego de los tipos de interés en los modelos de valoración de las acciones.
El mercado valora una acción descontando al momento actual los dividendos futuros que espera que vaya a recibir dicha acción.Este valor actual disminuye en la medida que aumente el tipo de descuento que se aplique a los dividendos, y este tipo de descuento depende en gran medida de los tipos de interés del mercado.
Ejemplo: El dividendo esperado por una acción para el próximo año es de 1.000 €¿Cuál es el valor actual de este dividendo? Dependerá del tipo de descuento que se aplique:Si se aplica un 5%, el valor actual será 1.000 / 1,05 = 952 €Si se aplica un 8%, el valor actual será 1.000 / 1,08 = 920 €Si se aplica un 12%, el valor actual será 1.000 / 1,12 = 893 €
Se puede ver, por tanto, cómo al aumentar el tipo de descuento disminuye el valor actual del dividendo del año 1. Como el valor de una acción es la suma de todos sus dividendos futuros descontados, al subir los tipos de interés la cotización tenderá a bajar.
También hay otras razones que explican esta relación inversa entre tipos de interés y cotizaciones:
Si suben los tipos de interés aumenta la rentabilidad de los títulos de renta fija, se hacen más atractivos, por lo que muchos inversores venderán acciones y comprarán renta fija, haciendo caer las cotizaciones.
Si suben los tipos de interés aumenta la carga financiera de las empresas, lo que hace disminuir sus beneficios, afectando negativamente a la cotización.La inflación y las cotizaciones también evolucionan de manera inversa:
Si la inflación sube las cotizaciones tienden a bajar
Si la inflación baja las cotizaciones tienden a subir
Hay diversas razones que explican esta relación contraria:
Si sube la inflación las autoridades monetarias elevarán los tipos de interés para tratar de controlar esta subida de precios, y ya hemos visto en la lección anterior como el aumento de los tipos de interés afecta negativamente a las cotizaciones.El aumento de la inflación repercute en un incremento de los costes de las empresas con el consiguiente impacto negativo en sus beneficios. Esto se traduce en una caída en las cotizaciones.Al aumentar la inflación la capacidad adquisitiva de las familias se resiente, por lo que disminuye su ahorro y, por tanto, la posibilidad de destinar fondos excedentarios a invertir en bolsa.
Al elevarse la inflación disminuye la rentabilidad real de las acciones, reduciéndose su atractivo para el inversor.Vamos a ver con más detalle el concepto de rentabilidad real:La rentabilidad que ofrece cualquier inversión (en este caso, acciones) se denomina rentabilidad nominal:
Ejemplo: se adquiere una acción de Telefónica por 1.000 €. Transcurrido un año se han recibido 50 € de dividendos y la acción cotiza a 1.100. Por tanto, se han ganando 150 € lo que implica una rentabilidad nominal del 15% (= 150 / 1000).Pero los precios de los productos también aumentan con el tiempo:Supongamos que al cabo del año la subida de precios (inflación) ha sido del 10% (lo que antes valía 100 € ahora vale 110 €).La rentabilidad real es la diferencia entre la rentabilidad nominal y la inflación:
En el ejemplo, la rentabilidad real es del 5% (15% - 10%).Esta rentabilidad real es la que interesa al inversor ya que es la que determina si ha habido un incremento de su riqueza y en qué cuantía.Por tanto, el aumento de la inflación hace disminuir la rentabilidad real y, con ello, el atractivo de cualquier inversión.Si en el ejemplo anterior, la inflación es del 20% en lugar el 10%, entonces la rentabilidad real de esta acción sería negativa (-5%), por lo que no tendría ningún interés para un inversor.
lunes, 21 de enero de 2008
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