El IPC español situó su tasa anual en el 4,4% en el mes de enero, lo que supondría un incremento de una décima. Se trata del nivel más alto desde que comenzó a calcularse este indicador en enero de 1997.
La inflación seguirá siendo persistente por encima de la zona del 4,0% en enero, febrero y marzo y después debe comenzar a bajar.
Los precios de la energía y de los alimentos presionan a la inflación.
Aunque España ha sido golpeada por la subida de los precios después del pasado verano, la zona del euro también ha sufrido la escalada de los precios energéticos y de algunos alimentos que ha situado su IPC lejos del objetivo del 2,0% del BCE.
La inflación de la zona euro de enero arrojó un 3,2%.
viernes, 1 de febrero de 2008
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