Reproducimos a continuación un artículo que nos parece muy interesante del profesor de economía de la Universidad de Nueva York, Nouriel Rubini.
"En el 2008 el sistema financiero global experimentó su peor crisis desde la Gran Depresión de los 30. Las principales instituciones financieras se fueron a la quiebra. Otras fueron compradas a precio de remate o sobrevivieron después de monumentales rescates. Las bolsas de valores globales cayeron en más del 50% respecto a sus máximos del 2007. Las altas tasas de interés se desinflaron. Apareció un severa falta de liquidez y el crédito se contrajo. Muchas economías de los mercados emergentes al borde de una crisis, tuvieron que pedir ayuda del Fondo Monetario Internacional.
El sistema financiero global entró literalmente en un paro cardíaco después del colapso de Lehman Brothers Holdings Inc., y apenas se evitó un colapso del sistema tras respuestas agresivas. Así ¿qué nos espera en el 2009? ¿Lo peor ya pasó, o está delante de nosotros?
Desafortunadamente, lo peor aún está delante de nosotros. La economía global como un todo se contraerá en una severa y prolongada recesión global en forma de U, que empezó hace un año. EE.UU. ciertamente experimentará su peor recesión en decenios, una contracción profunda y prolongada que durará al menos hasta finales del 2009. Incluso en el 2010 la recuperación económica puede ser tan débil –con un crecimiento de apenas un 1% o poco menos– que se sentirá tan terrible aun si la recesión haya terminado técnicamente.
También habrá recesiones en la zona del Euro, el Reino Unido, Europa continental, Canadá, Japón y otras economías avanzadas.
También puede ocurrir un duro aterrizaje en las economías emergentes.
En el grupo llamado BRIC (Brasil, Rusia, India y China), Rusia estará en una recesión categórica en el 2009.
El crecimiento en China se desacelerará al 5% o menos, representando un duro aterrizaje para un país que necesita una expansión de cerca del 10%, para mover de 10 millones a 15 millones de agricultores rurales pobres al sector urbano industrial cada año.
Brasil apenas crecerá en el 2009.
E incluso India experimentará una aguda disminución en su ritmo de crecimiento.
Otras economías de mercado emergentes también sufrirán un aterrizaje similar. Esta severa recesión global podría convertirse en una estanflación, una combinación mortífera de deflación y estancamiento/recesión económica. En las economías adelantadas, con agregados en la caída de demandas por debajo del crecimiento agregado de demanda, la escasa comercialización de bienes conducirá a presiones deflacionarias cuando se restrinja el poder de la fijación de precios de las compañías.
Asimismo, el desempleo creciente restringirá los costos laborales y el crecimiento salarial. Estos factores, combinado con una aguda caída en los precios de las materias primas, causarán que la inflación en las economías adelantadas entre a un territorio negativo, aumentando las preocupaciones acerca de la deflación.
La deflación es peligrosa cuando esto nos lleva a una trampa de liquidez: Las tasas de interés pueden caer por debajo de cero, así que la política monetaria se convierte en ineficaz e incluso un alivio de intereses no puede surtir efecto.
La caída de precios significa que el costo real del capital es alto y el valor real de las deudas salariales aumenta. Esto induce a disminuciones adicionales en el consumo y la inversión, estableciendo así círculo vicioso en el cual los ingresos y los trabajos se restringen, agravando la caída en la demanda y los precios.
Como la política monetaria tradicional se vuelve ineficaz, otras políticas poco ortodoxas tendrán que usarse, como: Las políticas para rescatar a los inversionistas, instituciones financieras, y prestatarios; masivas provisiones de liquidez para los bancos, a fin de evitar las restricciones del crédito; e incluso acciones más radicales para reducir las tasas de interés a largo plazo en bonos del gobierno, estrechando así la diferencia entre las tasas del mercado y los bonos del gobierno.
La crisis global del hoy fue desencadenada por el colapso de la burbuja de la vivienda en los Estados Unidos, pero no fue causado sólo por ella. Los excesos de crédito en los EE.UU. estuvieron en las hipotecas residenciales, las hipotecas comerciales, las tarjetas de crédito, los préstamos para la compra de automóviles y préstamos estudiantiles.
Hubo también un excesos masivo en los títulos de esto productos que convirtieron a estas deudas en derivados financieras tóxicos; en los préstamos de los gobiernos locales; los financiamientos con apalancamientos que nunca debieron haber ocurrido; En bonos corporativos que sufrieron pérdidas masivas cuando surgieron los incumplimientos de pago; y en el peligroso y no regulado mercado de los créditos morosos.
Además, estas patologías no estuvieron confinadas únicamente a los EE.UU. Hubo burbujas en muchos otros países, alimentados por préstamos excesivos y baratos que no reflejaban los riesgos subyacentes. Hubo una burbuja de materias primas (como el petróleo, que llegó a más de $147 y luego cayó a menos de $40), de bonos privados y fondos de protección.
Ahora estamos viendo el ocaso de la sombra sobre el sistema bancario-financiero, el complejo de instituciones financieras no bancarias que parecían bancos cuando ellos pedían prestado a corto plazo y en formas líquidas, con un enorme apoyo externo, e invirtiendo a largo plazo y en formas no líquidas. Como consecuencia, la burbuja de activos y créditos más grande en historia financiera se está desvaneciendo, con pérdidas de crédito globales por un total de más de $2 trillones.
A menos que los gobiernos recapitalicen rápidamente a las instituciones financieras, la reducción del crédito será incluso más severa cuando las pérdidas se acumulen más rápido que la recapitalización, y los bancos se vean forzados a restringir el crédito y los préstamos. Los precios de las acciones y otros activos riesgosos han descendido rápidamente de sus picos de finales del 2007, pero podrían sufrir disminuciones más significativas.
Un consenso emergente sostiene la opinión de que los precios de muchos activos riesgosos – incluyendo las acciones– han caído tanto que están en el fondo y una recuperación rápida ocurrirá pronto. Pero en los próximos meses las noticias macroeconómicas, los reportes de las ganancias y las noticias del sector financiero de todas partes del mundo, serán peores que los esperados. Esto colocará más presión sobre los precios de las acciones, con una probabilidad de que caigan en un 20% más a escala global.
Mientras las probabilidades de un colapso del sistema financiero global han sido reducidas por las acciones del Grupo de los Siete y otras economías, aún quedan serias vulnerabilidades.
La restricción del crédito persistirá y se expandirá más allá de las hipotecas. El des-apalancamiento continuará, cuando miles de fondos de protección –muchos de los cuales desaparecerán– y otros jugadores del apalancamiento se vean forzados a vender sus bonos en los mercados no líquidos y angustiados, causando así disminuciones en los precios y que más instituciones financieras insolventes desaparezcan. Las pérdidas de crédito se acumularán cuando la recesión se profundice. Y algunas economías de los mercado emergentes entren ciertamente en una crisis económica en toda la extensión de la palabra.
Así, el 2009 será un doloroso año de recesión global, además de las tensiones financieras, las pérdidas y las bancarrotas. Actualmente, la probabilidad de una estanflación en forma de L es de un tercio, mientras que la probabilidad de una severa recesión en forma de U es de dos tercios. Sólo políticas agresivas, coordinadas y efectivas de los países adelantados y los mercados emergentes, pueden asegurar que la economía global comience a repuntar –no importa cuán lentamente¬– en el 2010, de lo contrario entrará a un período más prolongado de estancamiento económico".
jueves, 5 de febrero de 2009
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