Existe un proyecto para gravar la compra-venta de activos financieros y ataca directamente a los traders.
Es del 0.25% del valor de las operaciones realizadas pero podría suponer un elevado coste para traders que realicen muchas operaciones.
La aplicación del impuesto estaría prevista para todo tipo de activos financieros, incluyendo acciones, opciones y futuros. De llevarse a cabo supondría el final de la mayor parte de brokers así como de la industria asociada (datos en tiempo real, sistemas, etc).
La propuesta de este nuevo impuesto apareció ya en 2008, sin embargo, en ese momento la propuesta no tuvo demasiado éxito y tampoco los medios le prestaron demasiada atención.
La SEC ya aplica un pequeño impuesto a las operaciones para cubrir sus costes de funcionamiento por lo que no sería complicado aplicar un impuesto adicional.
Los traders cumplen la misión de proporcionar liquidez al sistema de tal forma que aquellos inversores con una perspectiva de más largo plazo puedan encontrar contrapartida para sus operaciones.
Seguramente, aunque se vuelva a presentar la propuesta, no será sencillo hacer que se apruebe la medida estando todo Wall Street en contra y aunque saliera adelante seguramente el objetivo que pretende de engordar las arcas del Estado no se lograría.
La respuesta de los traders seguramente sería dejar de operar por lo que la recaudación no sería tan grande como se espera, los mercados financieros dejarían de ser competitivos a nivel internacional, el impuesto seria soportado de la misma forma por personas de diferentes niveles de renta lo que convertiría al impuesto en regresivo.
La opinión pública y los medios consideran a los traders culpables de la actual crisis.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario