Los bancos norteamericanos han conseguido salir de la secuencia de pérdidas y amortizaciones masivas de activos tóxicos y han vuelto a dar pequeños beneficios en el primer trimestre.
Además, todos han sobrevivido a los test de estrés -ninguno tendrá que quebrar- aunque tengan que ampliar capital en masa.
Pero aún el sector sigue estando sobrevalorado y los resultados del primer trimestre no son reales porque el Gobierno les ha permitido hacer trampas en la contabilidad: la famosa supresión de la norma del mark to market.
Además, todavía la capacidad subyacente de los bancos norteamericanos para generar beneficios es nula.
La contracción del crédito se está acelerando, por lo que el gasto de consumo va a ser menor de lo que se espera.
El problema que explica la actual distorsión del mercado es que las reglas de la operativa en bolsa han cambiado por culpa de la intervención gubernamental.
Y ese cambio de las reglas del juego crea otro problema aún mayor en el futuro. El mayor peligro es expulsar al pequeño inversor del mercado durante bastante tiempo porque no saben en quién pueden confiar a la hora de estimar la valoración de las acciones.
martes, 12 de mayo de 2009
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