Comienza a andar el Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) con el que se pretende ayudar a bancos y cajas con dificultades.
Se pretende que el FROB no tenga gasto para el contribuyente. Nace con 9.000 millones de capital, pero este año podrá apalancarse en 27.000 millones más con emisiones que realizará el FROB y de peticiones de créditos.
La utilización del FROB se reserva para casos extremos. Antes, una entidad financiera podrá utilizar el FGD (creado con recursos privados) pero podrá recibir inyecciones de dinero público.
Este banco o caja deberá presentar, a iniciativa de la entidad o de oficio por el Banco de España, y en el plazo de un mes, un plan de viabilidad para superar la situación.
Si persiste la situación de debilidad será cuando una entidad acuda al FROB y se inicie la fase de intervención, con la sustitución de sus administradores.
Las entidades tendrán un plazo máximo de cinco años para devolver las ayudas.
3 meses es el periodo en el que las entidades remitirán al Banco de España un informe con el grado de cumplimiento de su plan de integración aprobado.
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