La situación del sector bancario y financiero no es tan bonita como nos lo quieren hacer creer.
Ayer ya comentamos que el Fondo que garantiza en USA los depósitos y cuentas bancarias de USA ha quebrado.
A ello le añadimos que las quiebras de bancos continúa, ahora la oleada serán los bancos más pequeños, ya que los grandes recibieron una fuerte ayuda por parte de la FED (ayer viernes cayeron otros 3 bancos: Bradford, Mainstreet Bank y Affinity Bank, Las quiebras ascienden ya a 84 en lo que llevamos de año. El número de bancos en riesgo de quiebra en Estados Unidos se elevó a 416 a finales de junio, la mayor cifra desde hace 15 años).
Hace días dijimos también que un informe público está barajando la seria sospecha de que los bancos están maquillando sus cuentas y que su situación no es tan buena como nos quieren hacer creer.
Fíjense en otra pista reveladora de que la situación es preocupante por mucho que nos quieran engañar: ayer el el Fondo Monetario Internacional inyectó muchísimo dineroen a todos los bancos centrales del mundo para potenciar sus reservas de divisas y aumentar la liquidez.
Pero es que el 9 de septiembre volverá a inyectar una nueva cantidad ingente de dinero.
Ya el colmo es que la Reserva Federal ha pedido a los tribunales de justicia que no se hicieran públicas antes del 31 de agosto los nombres de las entidades que recibieran préstamos de emergencia, ya que podrían dañar a los bancos y éstos sufrirían un daño irreparable (porque recuerden que la Fed se ha negado hasta ahora a nombrar a las instituciones financieras a las que ha prestado dinero o a publicar los activos que han sido puestos como colateral en los programas de emegencia).
Esto no deja de ser una verguenza, un capítulo negro en la historia financiera. Los culpables de no controlar sus riesgos, de no saber dónde invierten sus activos, de tener personas incompetentes contratadas, de tener sueldos millonarios pese a que sus entidades se van a pique, etc, resulta que no quieren salir a la palestra pública.
Es decir, además de ser unos ineptos y en otros casos unos estafadores, reciben ayudas millonarias (pagadas por los impuestos de los ciudadanos) y no quieren que nadie sepa quienes son.
Y claro, como siempre ocurre, son los ciudadanos los que pagan el pato de todo: aumento del paro, falta de crédito e iliquidez, subidas de impuestos, etc, etc, etc.
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