En los últimos meses, muchos bancos han realizado emisiones de cédulas hipotecarias que ofrecen tipos medios del 3,50 % entre 3 y 5 años, aunque su liquidez y su riesgo de impago son bajos.
Para el pequeño inversor, solo interesan si se mantienen hasta el vencimiento, que suelen ser entre 3 y 5 años, pero algunas tienen 12 años.
Las cédulas hipotecarias tradicionalmente, eran un producto dirigido a los grandes inversores (empresas, fondos de inversión, seguros, planes de pensiones).
Pero ahora que los bancos necesitan liquidez, también las ofrecen a los pequeños inversores como alternativa o sustituto de los depóstisos bancarios.
Las cédulas hipotecarias son valores de renta fija emitidos exclusivamente por entidades de crédito (respaldado por su cartera de préstamos hipotecarios).
Por ley, el volumen de cédulas hipotecarias emitidas y no vencidas no puede superar el 90 % de los capitales no amortizados de todos los créditos hipotecarios de la entidad para servir de cobertura.
La rentabilidad que ofrecen a los inversores es muy atractiva, ya que es superior a la deuda pública y a los depósitos bancarios.
Observen que los últimos ejemplos (Santander ofrece un 3,87 % anual a 5 años, Banesto un 3,62 % a 4 años, Cajha Madrid un 3,50 % a 3 años) superan a los Bonos del Tesoro que ofrecen un 2,05 % y a la media de depósitos bancarios a más de 2 años que dan un 2,53 %.
Además, la garantía de cobro es alta y no tiene nada que ver con las participaciones preferentes o la deuda subordinada, ya que en caso de impago la entidad emisora responde con su patrimonio.
Para evitar sustos, solo es aconsejable acudir si el emisor es una gran entidad y su rating crediticio es AA ó bien AAA.
Por regla general la inversión mínima son 100.000 euros, aunque a veces suelen dejar que sean 3.000 euros.
sábado, 19 de septiembre de 2009
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