Los dos principales retos a los que se enfrentan los bancos y cajas españoles en el año 2010 son el incremento de la morosidad y las fusiones de entidades.
Y es que la morosidad continuará creciendo, aunque aún seguimos teniendo el colchón base de que el sector bancario español puede soportar una tasa de morosidad del 9%.
¿Cómo? Pues gracias a los beneficios y sin acudir al FROB.
Tengan en cuenta que si, por ejemplo, contamos con un nivel de cobertura de morosos del 50%, el fondo para insolvencias cubriría pérdidas para una morosidad del 4%.
Si a ello añadimos los beneficios de la banca en un año, se cubriría hasta el 7% de la morosidad.
Actualmente, la morosidad está en el 4,93% y ninguna entidad ha quebrado ni ha acudido al FROB (solo Castilla La Mancha pidió un préstamo del fondo de garantías de las cajas).
Además, no olvidemos que nuestro sistema español se diferencia del americano en un hecho muy significativo: en USA el moroso responde de su deuda únicamente con el bien hipotecado, en cambio en España responde con todo su patrimonio.
El problema es que la tasa de morosidad bancaria va ligada inexcusablemente con la tasa de paro y ésta seguirá creciendo en los próximos meses y cerrará el 2009 en una media del 18%, para posteriormente alcanzar máximos históricos en el 2010 y ascender al 20% (recordemos que el empleo es la variable económica que más tarda en recuperarse en tiempos de crisis).
La recuperación económica en España será lenta y condicionado por la debilidad de la demanda interior y la reactivación de la economía internacional.
La inflación se espera que en lo que resta de 2009 baje un 0,6% y a mediados del 2010 registrarán un crecimiento positivo del 0,7%.
Esto conllevará que el Banco Central Europeo (suba los tipos de interés el próximo año y que el precio del dinero estará entre el 1,25 y el 1,50 en junio.
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