Continúa reafirmándose la salida gradual de la recesión económica en la zona euro.
Los precios en la zona euro han abandonado las tasas negativas (después de cinco meses consecutivos de caídas).
Así pues, El IPC registró un repunte del 0,6%, frente al -0,1% del mes de octubre.
De esta forma, el fantasma de la deflación se aleja de la economía de la euronza.
El principal causante ha sido la recuperación del precio del petróleo.
Pero ojo, no lanzemos aún las campanas al aire, ya que, si bien es cierto que el tema de la deflación está solucionado, es ahora la presión inflacionista la que hay que vigilar y controlar, ya que la abundanta liquidez inyectada en unos mercados con una política monetaria de tipos cero implica ese riesgo.
Serán los Bancos Centrales los que decidan cuándo y cómo modificar su actual política monetaria, ya que de momento, los tipos de interés bajos implican que el inversor no tenga muchos lugares a donde ir, puesto que con estos tipos la renta fija no es atractiva e incita a asumir cierto riesgo derivado de la renta variable.
Lo que es cierto es que cuando decidan subir los tipos de interés, significará por un lado, que la salida de la recesión económica es ya un hecho, una realidad; y por otro lado, la renta fija empezará a ser más atractiva, otorgando a sus inversores mayores rentabilidades, al igual que los depósitos bancarios.
¿Esto significa que una subida de los tipos de interés perjudica a las bolsas? En principio sí, básicamente por 3 razones:
- Al subir los tipos de interés, la rentabilidad que las emisiones de renta fija pueden ofrecer a los inversores es mayor, con lo que los inversores más conservadores realizarán su trasvase de capital de la renta variable a la renta fija.
- Las empresas que cotizan en Bolsa, al subir los tipos de interés, les supone que los créditos que soliciten a las entidades bancarias para financiar proyectos referentes a su actividad, les va a salir más caros en cuanto a los intereses de devolución, con lo que este hecho mermará las cuentas trimestrales de resultados, por lo que tendrán que recortar un poco el dividendo a los accionistas.
De esta manera, al bajar los dividendos, muchos inversores abandonarán la renta variable.
- Si además, resulta que cuando se eleven los tipos de interés, las Bolsas están en zonas muy elevadas, será un motivo más para que muchos inversores hagan caja y tomen beneficios, por lo que se procederá a un mayor volúmen de ventas que de compras.
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