sábado, 3 de noviembre de 2007

Petróleo

El barril se asoma a la frontera de los 100 dólares por la presión de la demanda y la especulación. Un invierno frío puede traer más subidas en el precio.

Será insoportable para la economía. Es lo que se pensaba del precio del petróleo si el barril alcanzaba... los 50 dólares. El Brent, el crudo que se utiliza de referencia en Europa, llegó el jueves pasado a la cota récord de 91,7 dólares y cotizó el viernes por encima de la frontera de 92. Esta vez, la cotización sí que está en términos reales en los niveles que en la década de los setenta desencadenaron una recesión económica mundial.

El ascenso es del orden del 80% desde los mínimos de enero. ¿Dónde parará la carrera del oro negro? El escenario económico de desaceleración global y los fundamentos de oferta y demanda hacen poco sostenible la coyuntura presente. Pero una mirada de factores, desde geopolíticos a puramente de mercado, invitan a olvidarse de pensar en una corrección significativa del precio a corto plazo.

En el corto plazo, la previsión es que la cotización se modere hasta llegar a un entorno de 80 dólares por barril en el segundo trimestre, pero recuperando la senda alcista para acercarse a 95 dólares a finales del año.

El invierno es un momento estacionalmente duro para el mercado del petróleo, ya que en el hemisferio norte el consumo de gasóleo para calefacción suele generar un pico de la demanda. En una situación de por sí crítica, esto suele acarrear una subida adicional de los precios.
Los datos de reservas de EE UU han apuntalado esta semana el miedo en el mercado. Los inventarios han caído en todos sus rubros y están por debajo del promedio de los últimos doce meses.

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