Empresas con perfil defensivo por la diversificación de sus negocios (como algunas constructoras y bancos) y menor dependencia a la reducción del consumo (es el caso de las operadoras telefónicas). Y en general empresas con elevada capitalización.
Elevada rentabilidad por dividendos, pero teniendo en cuenta que no peligren por la crisis financiera. No se prevé que las empresas del Ibex se vean obligadas a cambiar la remuneración a sus accionistas.
Valoraciones baratas medidas por el PER (relación entre beneficio y cotización), las valoraciones de algunas empresas del Ibex caen este año. Es un factor importante a tener en cuenta para incluirlas en la cartera, aunque se aconseja que no sea el único motivo de selección.
En momentos de crisis el interés crece por empresas como Enagás, REE o Cintra que cuentan con ingresos recurrentes. No son opciones para conseguir grandes revalorizaciones, caen en el año básicamente por la salida de institucionales extranjeros, pero ofrecen una rentabilidad asegurada.
Además ahora tanto Enagás como REE van a contar con un marco de actuación que les dará estabilidad en sus retribuciones para un plazo de cuatro años.
El real decreto que fijará el de la empresa gasista está a punto de superar el trámite del Consejo de Estado para pasar al Consejo de Ministros, previsiblemente antes de las elecciones. En él se fija una tasa de retorno de la inversión del 7,5%, con ajustes periódicos en esos cuatro años pero sin cambios de criterios. Otro dato a su favor es que el plan de inversiones se elevará a 9.000 millones de euros; y a más inversiones, más ingresos asegurados.
El alza de valores que podrían ser opados u objetos de otras operaciones corporativas son innegables. En las últimas semanas se ha comprobado el impacto en Iberdrola, Gas Natural y Fenosa, así como en Colonial y Astroc, aunque también han sufrido significativas caídas.
Al otro lado del Atlántico se está produciendo un caso espectacular: Yahoo sube más de 50% desde que Microsoft anunció su intención de lanzarle una opa. Es posible obtener fuertes rendimientos aunque haya que esperar meses, como en Endesa, pero también se asume un riesgo no despreciable. Además hay que diferenciar si se trata de rumores, aunque tengan una sólida base, o de ofertas ya lanzadas.
En el primer caso, el efecto subida suele afectar a varios valores del sector porque las noticias son más difusas, pero con elevada volatilidad. Pero hay más: en todos los escenarios es posible que las ofertas al final no se materialicen, como se ha visto en Iberia, lo que se traduce en caídas muy importantes.
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