Los PPA (planes de previsión asegurados) y los PIAS (planes individuales de ahorro sistemático) son productos de ahorro a largo plazo que se caracterizan por su claro caracter conservador y su fiscalidad.
Los PPA nacieron en el año 2002 con el objetivo de fomentar el ahorro a largo plazo y competir con los planes de pensiones y tienen la misma fiscalidad: desgravan las aportaciones, incentivos en el rescate en forma de renta vitalicia.
En cambio se diferencian en que los PPA ofrecen una rentabilidad asegurada y los Planes de Pensiones no pueden hacerlo.
Además, se puede cambiar el dinero de uno a otro y viceversa.
En el último año los PPA han crecido un 46 %, pero la realidad es que en ese periodo los PPA han gestionado 1.000 millones de euros y los Planes de Pensiones 51.500 millones de euros.
Un PPA es muy interesante para dos tipos de cliente:
- las personas que están muy cerca de jubilarse y no van a arriesgarse a perder dinero.
- las personas conservadoras que prefieren ganar menos pero no perder.
Los PPA y los PIAS ofrecen una rentabilidad asegurada y garantizada que ha sido fijada en estos momentos por la Dirección General de Seguros (DGS) en el 2,60 %. También suelen ofrecer una rentabilidad adicional, la llamada participación en beneficios.
Otra ventaja es que se puede pasar el dinero de un producto a otro todas las veces que se quiera sin tener ningún coste fiscal.
Los PIAS nacieron en el año 2007, gestiona ya 650 millones de euros. Es un producto muy válido para quien desee rescatar su capital en forma de renta vitalicia.
Las ganancias están exentas de tributación fiscal siempre que se haya mantenido la inversión durante un plazo de al menos 10 años y se rescate como renta vitalicia.
jueves, 23 de octubre de 2008
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