Después del tumultuoso inicio de la década de los 80, los precios del petróleo se mantuvieron relativamente controlados durante dos décadas. Este periodo de estabilidad finalizó en 2004, cuando el petróleo subió por encima de los 40$ barril.
Las economías modernas se basan en el petróleo, por lo que es vital el entendimiento de cual ha sido la causa de las actuales subidas, tras un largo proceso de mantenimiento de precios.
Un buen punto de partida es la fuerte demanda, la cual ha empujado al mercado de petróleo a cerca de su capacidad de producción.
Los nuevos suministros no han mantenido la tasa de crecimiento de la demanda, y ese tensionamiento es previsible que siga en el futuro.
Un débil dólar ha presionado también el precio de la commedity al alza, y causa de que las principales zonas de producción están en zonas geopolíticamente inestables, los miedos ha una interrupción del suministro han atemorizado al mercado.
Estos factores han provocado las actuales subidas del precio del petróleo, lo que sugiere que los días del petróleo barato han finalizado, y los miedos a nuevos récord cada vez son mayores.
Según los ingresos aumentan, las economías utilizan más energía para el transporte, calefacción y producción de bienes y servicios.
Grandes países están incrementando rápidamente su renta per cápita, por lo que las implicaciones para el mercado de petróleo son claras.
China e India, cuya población agregada asciende a más de 2.400 millones de individuos, han tenido un auge muy importante en su economía a partir de la década de los 90.
El consumo global de petróleo ascendió de 82,6 millones de barriles en 2004 a 85,6 millones de barriles en 2007.
Con estos datos que nos muestran un incremento del consumo constante, deberemos analizar cual ha sido la evolución de la producción de petróleo y de su exceso de capacidad para seguir incrementando la producción en el futuro.
Los altos precios del petróleo han provocado que se hagan esfuerzos económicos más elevados para incrementar la producción. Las compañías han elevado sus presupuestos de exploración. Las naciones petrolíferas han anunciado nuevos proyectos. La actividad de perforación está en niveles récord, tanto en tierra como en mar.
A pesar de todo lo anterior, los esfuerzos materializados no son suficientes para mantener el crecimiento mundial de la demanda energética.
La demanda petrolífera es inelástica en el corto plazo, lo que significa que no cambia frente a subidas del precio. Los consumidores asumen los altos precios del petróleo en el corto plazo, aminorando la demanda de otros bienes.
Las incertidumbres para prever el precio del petróleo en el futuro son muy elevadas, y las previsiones pasadas sobre los precios de la energía se han mostrado muy equivocadas.
Lo que suceda con el precio del petróleo dependerá de cuatro factores: demanda global, expectativas de tensiones en el mercado de futuros, valor del dólar y los miedos a interrupcciones de la oferta. Si cualquiera de estos cuatro factores se relajan, el precio del petróleo podría asistir a una corrección del precio del petróleo.
La demanda del precio de petróleo no ofrece demasiada esperanza para recortar los precios. Es probable que el crecimiento de la economía mundial siga expandiéndose, lo que tensionará los precios del petróleo al alza. Modelos econométricos sugieren que el haberse multiplicado por cuatro los precios del petróleo desde el 2003, reducirá el consumo en EEUU entre un 10 y un 20% en la próxima década.
Europa podría asistir a reducciones similares. Estas reducciones no serían suficientes para compensar las presiones alcistas por el crecimiento de la demanda en China, Medio Este e India. Sólo un dramático movimiento hacia el uso de energías alternativas podría compensar el crecimiento futuro de energía fósil de los países antes mencionado.
Los factores geopolíticos no parece previsible que cambien mucho en el futuro. La concentración de la producción en oriente medio, con grandes incertidumbre geopolíticas, provocará que estas incertidumbres sigan incorporándose al precio del petróleo.
El dólar podría ofrecer algún respiro. Es probable que la momenda americana se fortalezca en el futuro, lo cual afectará directamente sobre las expectativas del mercado de futuros del petróleo.
De cualquier forma, un importante número de nuevos proyectos de producción se están desarrollando, lo que elevará de forma importante la producción de petróleo.
Otros recursos no convencionales pueden desarrollarse, así como la optimización de los costes de extracción, y de la producción de energías alternativas.
El sustancial desarrollo de esas fuentes de petróleo no convencionales pueden presionar al precio del petróleo a la baja en los próximos años.
La conclusión es que precios por encima de los 100$ barril son difícilmente sostenibles en los próximos 10 años.
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