sábado, 18 de abril de 2009

Invertir en Renta Fija

Cuando la renta variable (Bolsa) no va bien, muchos inversores se refugian en la renta fija.

Pero dentro de la renta fija, existe la de los bonos que son emitidos por empresas privadas.

Los bonos corporativos ofrecen actualmente el mejor ratio rentabilidad riesgo y tienen el potencial de convertirse en el activo más lucrativo de 2009.

Es común ver diferenciales de rentabilidad entre 200 y 500 puntos básicos de 2% a 5% respecto a los bonos públicos.

Fíjense que 2.000 es el diferencial en puntos básicos que los bonos de alto riesgo han registrado este año, frente a los bonos del Tesoro de USA.
Eso implica que, si los Treasuries rentaban un 2,8%, el high yield, un 22,8%.

Pero no todo es tan sencillo, ya que la situación actual requiere una supervisión constante de los distintos segmentos del mercado, los emisores y los compromisos exigidos a los prestatarios para hacer frente a sus obligaciones, que pueden ser modificados con la entrada de nuevos accionistas.
Los tenedores de bonos deben estar preparados para una potencial degradación de sus activos.

El gran riesgo que corren los inversores es el de una avalancha de impagos a medida que la situación económica y empresarial se deteriore.
La agencia de calificación Moody's espera que el porcentaje global de suspensiones de pagos por parte de emisores de bonos de alto rendimiento llegue este año a tasas cercanas al 15%, y que se mantenga en tasas de doble dígito durante todo el año siguiente.
El declive es evidente, ya que hace 12 meses, la tasa global de impagos era del 1,5%.

El hecho de que el mercado haya descontado un escenario peor y que no se espere una recuperación real al menos hasta 2010, está dando un impulso a la categoría de bonos high yield (bonos basura), que son aquellos en los que no hay garantías de que el emisor no vaya a terminar en quiebra.

Los altos rendimientos que están reportando los bonos corporativos comienzan a generar un importante interés hasta el punto de que resulta difícil encontrar papel y las asignaciones en prorratas llegan a ser sólo 15% de cada orden de compra.

Comparen con la rentabilidad de la renta fija tradicional. En lo que va de año, el bund alemán a 10 años, el valor más líquido del sector en Europa, se ha depreciado un 10%.
El caso es peor todavía en los Treasuries de USA, cuyo precio ha retrocedido más de un 30%.

Antes de invertir hay que tener en cuenta una serie de cuestiones básicas e imprescindibles:

- liquidez: es uno de los grandes problemas de la renta fija privada. Algunas emisiones, aunque coticen en el mercado secundario, carecen de interés para los institucionales, que son los que aportan la liquidez.

- Riesgo de crédito: es la probabilidad de que el emisor incumpla sus compromisos. Todos los emisores con grado de inversión se supone que pueden hacer frente a sus obligaciones. Pero en algunos casos no era así (Lehman Brothers).
Aquí, por lo tanto, el riesgo de no cobrar crece.

- Riesgo divisa: la mayoría de los fondos de renta fija tienen cubierto el riesgo divisa, pero no todos. Es importante de que se elimine este riesgo o, de lo contrario, saber qué es lo que se está asumiendo.

- Tipos de interés: otro aspecto clave es la sensibilidad a los tipos de interés, dado que marcan el rendimiento del bono.
El grado de ganancias (o pérdidas) del capital debidas a las bajas (o alzas) en los tipos de interés depende del vencimiento del bono.
Como regla general, cuando más tiempo falte antes de que el bono venza, mayor será la sensibilidad de su precio.

- Volatilidad de mercado: en base interanual el precio de los bonos corporativos fluctuará de acuerdo con la trayectoria económica actual y las razones de oferta y demanda'.
En un mercado como el actual, donde las dudas no están despejadas, la volatilidad y la oscilación de los precios de los activos está a la orden del día.

- Riesgo sectorial: al invertir en renta fija, hay que valorar las compras en nuevas emisiones, dado que están concentradas en automóviles, telecos y servicios públicos, por lo que conviene comprar en otros sectores en mercados secundarios para equilibrar el riesgo sectorial.

Estamos en el año de la oportunidad en el crédito. los diferenciales son extraordinariamente atractivos. Hay que buscar la deuda privada de calidad, con grado de inversión y preferentemente la que esté avalada por el Gobierno.

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