El Banco de España ha confirmado que el déficit del 8,3% previsto para 2009 supone 6.000 euros por cada familia y ese saldo negativo se termina financiando por los hogares mediante impuestos.
Si al cierre de 2009 se alcanza el 8,3 por ciento de déficit, ese saldo negativo se traducirá en un impacto fiscal de casi 6.000 euros por familia, es decir, de unos 2.000 euros por habitante.
Cada punto porcentual de déficit representa 240 euros por persona, cifra que resulta de hallar el 1 por ciento del PIB español por habitante.
El déficit se paga siempre, antes o después, por los contribuyentes mediante impuestos, de una o varias veces, diferido o no en el tiempo.
Por tanto, si se llegara a finales de 2009 a ese punto, cada español debería al sector público 1.992 euros.
El Estado no puede crear riqueza, sólo la puede redistribuir, por tanto, si hoy se endeuda (déficit), mañana recaudará más impuestos en compensación, emita o no deuda pública. Igual que, en sentido contrario, cuando hay superávit se está financiando el exceso de gasto de algún otro momento del tiempo.
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