Los High Yields son valores emitidos por países emergentes o compañías desarrolladas (Europeas y Americanas) cuya calificación crediticia asignada por las principales agencias de calificación es: grado especulativo (speculative grade).
Es decir, es la renta fija emitida por empresas o gobiernos con baja calificación crediticia.
Esta calificación crediticia que define el High Yield lleva aparejada un nivel de riesgo superior al denominado investment grade que se refiere a su probabilidad de riesgo de impago y a la prioridad (prelación) de cobro por parte de los acreedores en esta circunstancia.
Es un activo poco correlacionado con los mercados de bonos tradicionales y los mercados de acciones y por lo tanto el efecto de diversificación en una cartera es mayor.
Incluso hay fondos de inversión de high yield o alto rendimiento que pueden sacar partido de una normalización de los diferenciales de crédito.
Hasta hace poco, los diferenciales de crédito (spreads) de los títulos de alta rentabilidad descontaban un escenario económico como el de la década de los años 30. Ahora el escenario es mucho mejor.
Pero no olvide nunca el inversor que si pretende mayor segurida y tranquilidad (y también menos potencial de revalorización, claro) es preferible la deuda pública a la deuda privada, ya que en la pública es el Estado el que responde y en la privada es una empresa.
martes, 13 de octubre de 2009
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