La caída del euríbor permitirá un ahorro medio de más de 4.000 euros anuales a quien revise su hipoteca con el dato de euríbor del mes de septiembre.
Sin embargo, el entorno actual de tipos de interés en mínimos desaconseja amortizar las hipotecas más allá de los importes que dan derecho a la deducción por vivienda habitual en la declaración de la renta.
Es decir, 9.015 euros al año o 18.030 euros si se trata de un matrimonio en el que cada cónyuge presenta una declaración de la renta individual. Además, para las hipotecas contratadas antes de 2007, se conserva una deducción adicional, por la que la rebaja fiscal que se aplica sobre los primeros 4.507,52 euros amortizados asciende al 20%. Por el resto se aplica el 15%, hasta el máximo de 9.015 euros.
Para quien cuenta con un ahorro disponible y duda si destinarlo a aligerar su hipoteca, lo recomendable es maximizar la deducción fiscal, ya que ya habrá tiempo de amortizar anticipadamente cuando suban los tipos.
En términos generales, a quien ya le quedan por pagar menos de diez años, le interesa apurar al máximo la deducción fiscal y dedicar el resto de ahorro disponible a un depósito.
Así pues, el titular de la hipoteca debe contrastar el coste que tiene no amortizar anticipadamente frente a lo que obtendría si destina sus ahorros a reducir su deuda. Y todo dependerá de la cantidad de ahorro disponible.
Además, como punto de partida para decidir una amortización anticipada, el cliente debe saber que el plazo de su hipoteca se reducirá en una proporción muy similar al peso del importe amortizado sobre el capital pendiente. Es decir, si se reduce la deuda en la mitad, también se recortará a la mitad el plazo.
La mayor ventaja de la amortización anticipada de hipoteca está en sus beneficios fiscales. El contribuyente se puede deducir el 15% de lo pagado en la hipoteca de su vivienda habitual, sobre una cuantía máxima de 9.015 euros. Es decir, podrá contar con una rebaja en su declaración de la renta de 1.352,25 euros al año como mucho. Lo que exceda de los 9.015 euros no tendrá beneficio fiscal.
Las ventajas de esta deducción se duplican en las economías familiares en las que hay dos sueldos y dos declaraciones de la renta individuales.
Recorte del plazo
En las hipotecas próximas a la cancelación es donde cobra mayor valor la ventaja fiscal, hasta el punto de que la cuantía de la deducción llega a superar al pago de intereses. Además, en estos casos también hay que considerar la comisión por cancelación anticipada, del 1% en muchas entidades si se amortiza más del 25% del capital pendiente.
Por lo tanto, es en las hipotecas con menos plazo y capital pendiente donde resulta más aconsejable demorar al máximo la cancelación con tal de seguir apurando la deducción fiscal.
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